Desde el sábado pasado la ciudad de Córdoba está celebrando suFeria -la tercera feria más antigua de Andalucía-, una ocasión perfecta para celebrar la música, la gastronomía y a su gente. Está dedicada a la Virgen de la Salud, una advocación que tiene su origen en el supuesto hallazgo milagroso de dos labradores en el siglo XVII. Cuenta la leyenda que estos campesinos estaban trabajando la tierra cuando encontraron una figura de la Virgen que ocultaba la entrada a un pozo.
Vino tinto dulce con barquillo
Ana Belén Picón, cordobesa de adopción aunque es madrileña, lleva alrededor de 38 años vendiendo en 'El Baturro' chatos de vino tinto dulce con barquillo en la Feria de Córdoba. La tradición es mojar el barquillo con vino dulce y comérselo. "Es lo primero que hacen los cordobeses cuando entran al recinto ferial", asegura Ana Belén.
La Feria de Córdoba es "apoteósica", dice, donde destaca su público especial y "gente maravillosa". Al contrario que la Feria de Sevilla, todas las casetas son públicas y abiertas al mundo. Además, la ciudad "es mágica" y preciosa.
Patata de Feria
Antonio Jiménez, de 'Taberna la Montillana', nos recomienda comer el salmorejo cordobés, los flamenquines, rabo de toro, jamón ibérico... Además, han creado su propia patata de Feria, que consiste en un patata asada grande con col encurtida, pull pork de mogote ibéricoadobado, asado y cortado pequeño. Además, por encima se le añade un ketchup de bloody mary y una salsa de queso curado.
En general, en la Feria de Córdoba se ponen platos fáciles de comer y de compartir, como los chorizos al vino y todo tipo de pinchos.
