Comenzando con la ‘estrella’ de la semana, la Torrija, de la que se han hecho varios concursos por España para seleccionar las mejores del 2023. Por un lado, en Madrid, ASEMPAS, la Asociación de Empresarios Artesanos de Pastelería ha llevado a cabo la sexta edición del concurso que nos dice en varias categorías, dónde encontraremos las mejores. La flamante ganadora en la categoría tradicional ha sido la que elaboran en la mítica pastelería del s. XIX El Riojano, en la calle Mayor, y que son increíbles. Se elaboran con pan de brioche, que también preparan especialmente en su obrador. Tienen textura de leche frita en el interior, con la miga bien empapada y la corteza blanda. Las podemos encontrar también de vino. Se compran para llevar o se pueden tomar en su maravilloso salón de té. Una visita que recomiendo no solo para los madrileños sino para los turistas que estén estos días por Madrid.
Y en Astorga, la VIII edición del Concurso Nacional de Torrijas de León la ha ganado por segundo año consecutivo una carnicería de Algorta, al lado de Getxo, la Carnicería Gabiria. Aritza Gabiria las elabora con una receta de su abuela, que él dice que ‘sólo tiene pan brioche de la pastelería Zuricalday, leche, azúcar, huevo y canela’. Aunque seguro que algún secretillo se deja en el tintero.
Y planazo además para quienes estén mañana o pasado por la Ribera del Duero, y quieran hacer un 2x1. Porque en Bodegas Pradorey, en Gumiel de Mercado, que está en un entono privilegiado donde habitualmente realizan escapadas de enoturismo, ahora además con el campo y el viñedo tan primaveral y bonito, con su Visita Premium, junto a la cata de Pradorey Blanco, Finca La Mina y Valdelayegua, se tomará este postre típico. Y ojo, porque menuda torrija… caramelizada, de pan artesano con leche merengada de yemas y reducción de Valdelayegua. La duración es de 1:30 h y se puede reservar aquí: https://pradorey.es/enoturismo/visita-la-bodega/.
La también archiconocida Mona de Pascua, típica del litoral Mediterráneo, en una torta que simboliza que la Cuaresma y sus abstinencias se han acabado. El nombre proviene de la munna término árabe que significa "provisión de la boca". Actualmente, la tradición señala que el padrino debe regalar la mona a su ahijado el Domingo de Pascua, después de misa. El Lunes de Pascua, además, se suelen reunir la familia para comerla juntos. Con forma de corona, la mona tradicional mantiene los huevos cocidos, que suelen pintarse de colores sobre una base de bizcocho que puede estar rellena de crema y de chocolate o mermelada. Pero como en todo, en las monas de pascua la imaginación de los reposteros ha dado rienda suelta a creaciones sorprendentes y se hacen auténticas filigranas también con los huevos de chocolate por ejemplo. En Alicante, el Gremio de Panadería ha organizado la 21 Edición del Concurso de la Mejor Mona de Pascua y ha ganado en la categoría tradicional la Pastelería Bardisa Pérez.
Otro postre muy famoso, los Pestiños, originarios principalmente de Andalucía, aunque también son bastante populares en Extremadura. Cada ciudad tiene sus propias tradiciones a la hora de prepararlo, y pueden variar ligeramente la forma y los ingredientes de la receta base. Suelen elaborarse con una masa que incorpora naranja, canela, semillas de sésamo o ajonjolí, además de azúcar, harina de fuerza y vino blanco, y terminados con miel. Nos vamos a comprarlos a Cañada Rosal, en Sevilla, a la pastelería artesana Álvarez que lleva desde 1940. Los preparan con miel o con azúcar y en su tienda on line (https://www.pasteleriaalvarez.com/es/) los venden a domicilio a toda España.
El dulce más típico de Málaga en Semana Santa es el Borrachuelo. se caracteriza por tener una masa muy similar a la del pestiño que además se le añade vino dulce, de ahí su nombre y están rellenos de cabello de ángel. Vamos a comprarlos también para que nos lleguen directos a domicilio, en El Obrador de Confitería Tejeros que lleva desde 1975 endulzando a los malagueños y ahora a toda España con su tienda on line https://www.tejeros.es/
La parte dulce la acabamos con los Rubiols, de origen mallorquín, pieza fina de pasta de harina, mezclada con aceite, manteca y huevo, doblada en forma semicircular y rellena de requesón, mermelada u otros dulces. Una delicia también es el Bollo mantecado de Avilés, un bizcocho que se “infla” de aire batiendo sus ingredientes.
Y para el Domingo de Resurrección y Lunes Santo, acabamos con algo salado y que se come para celebrar el fin de la Vigilia en Zamora y Salamanca sobre todo, el Hornazo. Una masa de harina, manteca de cerdo, vino blanco, pimentón… que se rellena de lomo adobado, chorizo y jamón serrano. Una receta bien sabrosa que podemos comprar por ejemplo en Confitería Gil, en varias direcciones en Salamanca y una en Zamora, que además tienen venta on line en https://www.confiteriagil.es/hornazo de diferentes tamaños.
¡Vivan nuestras tradiciones y costumbres gastronómicas!