Javier Robles, presidente de la Asociación de Cocineros de Aragón y Maestro del Cordero, explica que lo básico para hacer un buen ternasco asado tradicional es un corte de cordero IGP Ternasco de Aragón, servido con hueso, asado en horno y servido con patatas panaderas. A partir de ahí, cada cocinero puede darle su toque.
Pero ¿cómo se ha llegado a esta conclusión? Robles cuenta que han sido una labor de investigación a través también de la experiencia de muchos cocineros y presentaciones que se han dado en los diferentes concursos de ternasco asado y de las jornadas organizadas por el Consejo Regulador en el “Mes del Ternasco”.
Para trasmitir cómo ha de ser el tradicional ternasco asado y cómo ha de hacerse, el Consejo Regulador de la IGP Ternasco de Aragón ha presentado la Academia del Ternasco Asado y se han organizado diferentes jornadas formativas para profesionales de la hostelería de la mano de las asociaciones profesionales en las tres capitales de provincia aragonesas.
Como explica Javier Robles, el objetivo es que cuando alguien pida ternasco asado para comer se identifique se esté en el restaurante que se esté y es que el Ternasco de Aragón ha sido elegido por el 80,4% de los aragoneses como el más representativo de la comunidad. Y, aunque depende mucho de los hornos, la temperatura y la mano del cocinero, la receta básica que dan en los cursos es que ha de hornearse entre los 350 y 380 grados y entre una hora y media y dos.