Afortunadamente se está mimando mucho que los pasteles que tomamos sean de pastelerías artesanas, dejando a un lado la bollería industrial y volviendo al origen, a la tradición de como se hacían las cosas antes, aunque en algunos casos le hayan dado aires vanguardistas o mezclas de sabores distintos. Y, claro, tenemos que comenzar a hablar de los Buñuelos de viento y los huesos de santo porque llega su día. Durante la campaña de este año, y según la Asociación de Pasteleros de Madrid, se venderán 400.000 kilos de buñuelos, una cifra nada desdeñable de esas bolas fritas de harina, manteca y de diferentes rellenos. Le acompañarán huesos de santo, panellets, empiñonados, almendrados. Cuatro nombres que todos conocemos y que no darán abasto estos días: Horno San Onofre, Pastelería Luzón, El Riojano, La Mallorquina…
También tenemos postres sólo nuestros como es la Corona de la Almudena que ya podemos encontrar también para el día de nuestra patrona. Un postre que ya cumple 43 y que se inventó un repostero de Vallecas llamado Pedro Blanco. Aunque es parecido al Roscón de Reyes, es diferente, de entrada porque sólo se elabora en Madrid, no lleva agua de azahar y en vez de frutas escarchadas de adorno lleva crema. Otras 4 direcciones donde comprarla: Antigua Pastelería del Pozo, Casa Mira, La Oriental y Viena Capellanes.
Otro dulce que tenemos muy rico en la Comunidad de Madrid son las Palmeritas de Morata de Tajuña.¿Y qué tienen de especial? Son pequeñas y gorditas, de hojaldre más bañado en almíbar, más borrachitas, con una buenísima cobertura de chocolate negro y están espectaculares. Su receta secreta tiene como ingredientes especiales, la materia prima de calidad y hacerlas y cortarlas a mano una a una, porque lo que cada cual es diferente, prueba inequívoca de que son artesanas. Ojo que se venden al año unas 60 toneladas. Las podemos comprar en: Pastelería De La Torre en el mismo Morata, que son los inventores de esta perdición de dulce, Pastelería Real y La Dulcería Morata y yo ya tengo apuntada en mi agenda que el fin de semana del 11 de diciembre, vuelve la feria de las palmeritas.
Y si hablamos de Tontas, Listas, de Santa Clara y Francesas, por supuesto nos estamos refiriendo a las Rosquillas, muy nuestras, muy castizas, sobre todo en San Isidro, pero que es habitual encontrarlas en las pastelerías tradicionales en cualquier época del año. Las listas conocidas por su característico color amarillo ya que están recubiertas de almíbar, son también uno de los dulces típicos de Alcalá de Henares, porque los complutenses alcalaínos que son muy golosos, y además de tener este producto como típico también tienen almendras garrapiñadas y la costrada de Alcalá.
Vamos, quien no tome postre en la Comunidad de Madrid, ¡es porque no quiere!