Empezamos por el Premio Time Out al ‘Mejor Bar’, que ha recaído en La Caníbal, un punto de encuentro en Lavapiés para todos los amantes del buen producto que aquí tratan con mucho respeto y cariño. Destacan los vinos naturales, de los que tienen 8 grifos, al igual que los 8 de cerveza artesana y los quesos de autor, con las diferentes tablas que preparan. Un bar diferente y sin igual.
Y si hay algo que nos puede indicar que un restaurante es un gran restaurante, es su menú del día, una oferta que bien sirve de ‘entrada’ para conocer el resto de su carta después. Platos que en ese breve espacio de tiempo que tenemos para comer de lunes a viernes nos haga ser felices con su propuesta y, sobre todo, con su precio. Y por eso, el Premio al ‘Mejor Menú del Día’ recayó en el restaurante Treze, en General Pardiñas. Un menú donde manda la estacionalidad, y donde Saúl Sanz sabe equilibrar la tradición con ese toque más actual, con lo mejor del mercado. Cuesta 14’50 €, lo sirven de martes a jueves y consta de tres tapas, un plato principal a elegir, como Lenguadina braseada con alcachofa, Ñoquis con capri o Ragout de ternera con puré de patata, bebida, pan y postre o café.
Y nos vamos a ver a ‘los Javis’ y no, no a los del cine, aunque su puesto El 2 Vallehermoso, en el Mercado de Vallehermoso, sí que tiene una oferta de película, y por eso han ganado el Premio Time Out al ‘Mejor Puesto de Mercado’. Así les llaman, Los Javis del mercado. Llevan más de un centenar de platos creados en estos dos años y medio porque son gente curiosa, enemigos del aburrimiento y crean recetas según la temporada. Eso sí, la ensaladilla, la presa ibérica con espinacas y kéfir, o los callos permanecen perennes en su carta.
Por supuesto también ha habido cabida para la tradición. Porque Time Out reivindica esos locales que llevan décadas manteniendo las recetas clásicas que tanto gustan y que nos evocan el paladar. La ‘Mención Especial a la Tradición’ se la llevó el restaurante Asturianos, con la gran Doña Julia, que lleva toda la vida en los fogones, en los que cada bocado confirma lo rica que está la cocina de siempre. Los acertados vinos de Alberto y la atención de Belarmino, sus hijos, contribuyen a que cada día engorde el club de fans. Su fabada es capaz de curar cualquier mal, su increíble morcillo guisado, de otro nivel, y su flan de queso con receta secretísima es ya otra historia.
También se entregó el premio al ‘Mejor Restaurante’, que se fue hasta San Lorenzo de El Escorial, a Montia del gran Dani Ochoa, restaurante en el que estuve la semana pasada y que no deja indiferente, tanto por la decoración del local que nos evoca a una casa de montaña con madera, sillas de cuero y vistas a su propio huerto. Setas, trucha, piezas de caza, hierbas aromáticas recogidas en el día, sus memorables callos, y todo ello armonizado con una bodega de vinos naturales sorprendentes (como el vino con guindilla que probé en mi última visita).
El ‘Mejor Cocinero Revelación’, aunque lleva muchos años de trayectoria, fue para Hugo Muñoz del restaurante Ugo Chan, donde Oriente y Occidente se dan la mano, como con sus gyozas con callos a la madrileña.
El resto de premios fueron a Hijos de Tomás de la Familia La Ancha, con Nino Redruello al frente, por ofrecer la ‘Mejor Fiesta Nocturna’. El Premio The Bar World of Tomorrow fue para una de las coctelerías más top de la ciudad, Angelita; el Ceviche de vieira del restaurante Llama Inn es, según los Premios Food & Drink de Time Out Madrid, el Mejor Plato de la capital madrileña; y El Kingston Negroni de la coctelería Momus es el ‘Mejor Cóctel de la ciudad’.