La croqueta nació en Francia allá por 1817 y plasmada en los recetarios de la gastronomía española unos 50 años más tarde, la croqueta (‘croquer’, onomatopeya de crujir en francés) ha sido nombrada hija predilecta de tascas, bares y restaurantes hasta el punto de que muchos creen que fue idea nuestra… pero no. Lo que no se nos puede negar es el empeño en reinventarlas que le ponemos. Así que hoy vamos a hacer una ruta croquetera.
Yo mañana me quedo en casa a comerlas que para eso tengo un cajón del congelador lleno de las croquetas de Pepe&Cro, que las pido a través de su página web www.pepeandcro.com y hay más de 20 sabores para elegir, mis favoritas, de cecina y rúcula, carabinero, jengibre y lima, espinacas con piñones o chistorra de Navarra con huevo. Por supuesto tienen de jamón y otras variedades. Son artesanas, las elabora José Camacho y su equipo, y su único conservante es el frío porque se congelan según se terminan de elaborar, todas con una materia prima de primera calidad, y es de esas croquetas donde notas los trozos y saben a lo que tienen que saber. Y celebrar su día, todos los pedidos que se realicen mañana, incluirá una caja de degustación de 12 sabores de regalo. Los precios, desde 4,80€ las 6 unidades.
Y ahora ya nos vamos por ahí de ruta, y comenzamos con unas que tienen sabor andaluz, como es la de puchero de Colósimo, en Ortega y Gasset. Los hermanos Ricardo y José Manuel Romero, gaditanos, nos han conquistado con su tortilla de patata concebollista y con su ensaladilla, pero es que su croqueta también es nivel Dios. Como ves tienen las recetas sencillas y que más nos puede gustar pedir fuera de casa, y si además las preparan muy muy sabrosas como aquí, el éxito de la comida está asegurado. El precio, 12€ la ración de 6.
Nos vamos ahora al Bario de las Letras, a AskuaBarra (https://askuabarra.com/), un concepto ajustado de precio, con cocina vista, informal, diáfano y muy muy sabroso. Sus croquetas de rabo de toro, pollo y curry son cremosas, con un empanado increíble y distinto porque es con pan triturado en vez de rallado, loquele da un toque diferente. El precio, 3€ por persona.
Y tengo que irme a un clásico de los clásicos: Casa Labra (http://www.casalabra.es/). Una taberna de más de cien años en la que se sirven unas de las mejores y más míticas croquetas de bacalao. No encontrarás los trozos de bacalao porque está triturado y casi como si fuera una brandada, ligada a la bechamel. El precio por croqueta, 1,50€
Chema Soler, un experto en croquetas, que además acaba de publicar el libro Croquetas Gourmet, nos ofrece en su restaurante La Gastro de Chema (https://lagastrodechema.com)/, en la calle Barco, 6 tipos de croquetas, alguna tan rica como de sepia gratinada; de boletus con crema de queso y confitura de tomate; de carabineros y kimchi; líquidas de queso sobre confitura de tomate y aceitunas negras o Croquetas bravas (versión croquetizada de las bravas). El precio de la ración está entre 7 y 11 € dependiendo los sabores.
Unas magníficas croquetas de un sitio lleno de historia y para muchos, desconocido, El Quinto Vino (http://www.elquintovino.com/), una taberna castiza en la calle Hernani, con las paredes cubiertas de fotos, de toda una vida donde se come muy muy bien, pero que además sus Croquetas “Esperanza”, que es como se llama la maestra croquetera, son de un nivel superior, para acompañar con su extensa carta de vinos. El precio, 1,70€ por unidad.